Título Original: The Children.
Dirección: Tom Shankland.
Guión: Tom Shankland & Paul Andrew Williams.
Género: Horror.
Año: 2008.
“Tú los trajiste al mundo… ellos te sacarán.”
La verdad yo soy un eterno optimista en cuestión de cine de horror, siempre, bueno casi siempre, que veo o escucho sobre una película de horror, espero y ruego que sea buena, y cuando por fin la veo el resultado no siempre es el esperado, o más bien casi nunca; a pesar de ello sigue siendo uno de mis géneros predilectos. Pero este no es el caso de esta película, a continuación les explico el por que.
Conocí esta película hace relativamente poco tiempo, no más de dos meses. Lo primero que vi de ella fue el trailer, el cual solo se los recomiendo a medias, ya que tiene escenas muy importantes de la película, como todos, pero por suerte no las más impactantes. Bien, esta película por obligación te hace acordarte de cintas clásicas como “Los Niños del Maíz” y “El Pueblo de los Malditos” o no tan clásicas, lamentablemente como “¿Quién Puede Matar a un Niño?. Pero me alegra ver que esta película brilla con luz propia.
La trama es sencilla, cosa que para nada es malo. Dos hermanas se reúnen en casa de una de ellas para pasar las fiestas navideñas, el problema se presenta cuando poco a poco los niños comienzan a mostrar síntomas de un virus, el cual los vuelve lentamente en asesinos, no hay otra palabra para describirlos. Y ahí llega el problema al que se enfrentan los protagonistas, ¿En el momento de la verdad, podrías matar a tu propio hijo/a?
La película tiene muy buenas dosis de sangre, podrían haber puesto más, pero en lo personal me gustó la cantidad. Las actuaciones son buenas a secas, cumplen su cometido, pero la película se la llevan los cuatro niños, que sinceramente me helaron la sangre. Yo nunca he sido una persona de niños, y después de ver esta película, menos. De igual forma, la puesta en escena es buena, ya que al estar en una cabaña aislada de todo, uno siente la agonía de no poder escapar a ningún lado. Pero lo que realmente se lleva la película, y que a mi y mi vena sádica nos dejaron con la boca abierta, es el hecho de ver muertes infantiles en pantalla, sin miramientos ni desvíos de cámara. Así que si no son de estómago fuerte, lamento informarles que deberán de pasar esta película, no voy a contar como son, pero a mi simplemente lograron que volteara la mirada, y eso no es muy común en mí.
Defectos, claro que los tiene, pero para mi no fueron problemas graves. Algunos de los que me acuerdo fueron lo que los niños hicieron con el cadáver de uno de sus padres, puede ser hombre o mujer para no arruinar la sorpresa, y que envuelve a una muñeca. Ya que en lo personal eso se aleja de la esencia de los niños. Pero como ya lo dije, son cosas que no molestan mucho.
Ya para concluir, como ya bien dije, les recomiendo ampliamente esta película, pero ojo, siempre y cuando tengan buen estómago, les guste este tipo de películas y no les moleste ver muertes infantiles en pantalla.
Conocí esta película hace relativamente poco tiempo, no más de dos meses. Lo primero que vi de ella fue el trailer, el cual solo se los recomiendo a medias, ya que tiene escenas muy importantes de la película, como todos, pero por suerte no las más impactantes. Bien, esta película por obligación te hace acordarte de cintas clásicas como “Los Niños del Maíz” y “El Pueblo de los Malditos” o no tan clásicas, lamentablemente como “¿Quién Puede Matar a un Niño?. Pero me alegra ver que esta película brilla con luz propia.
La trama es sencilla, cosa que para nada es malo. Dos hermanas se reúnen en casa de una de ellas para pasar las fiestas navideñas, el problema se presenta cuando poco a poco los niños comienzan a mostrar síntomas de un virus, el cual los vuelve lentamente en asesinos, no hay otra palabra para describirlos. Y ahí llega el problema al que se enfrentan los protagonistas, ¿En el momento de la verdad, podrías matar a tu propio hijo/a?
La película tiene muy buenas dosis de sangre, podrían haber puesto más, pero en lo personal me gustó la cantidad. Las actuaciones son buenas a secas, cumplen su cometido, pero la película se la llevan los cuatro niños, que sinceramente me helaron la sangre. Yo nunca he sido una persona de niños, y después de ver esta película, menos. De igual forma, la puesta en escena es buena, ya que al estar en una cabaña aislada de todo, uno siente la agonía de no poder escapar a ningún lado. Pero lo que realmente se lleva la película, y que a mi y mi vena sádica nos dejaron con la boca abierta, es el hecho de ver muertes infantiles en pantalla, sin miramientos ni desvíos de cámara. Así que si no son de estómago fuerte, lamento informarles que deberán de pasar esta película, no voy a contar como son, pero a mi simplemente lograron que volteara la mirada, y eso no es muy común en mí.
Defectos, claro que los tiene, pero para mi no fueron problemas graves. Algunos de los que me acuerdo fueron lo que los niños hicieron con el cadáver de uno de sus padres, puede ser hombre o mujer para no arruinar la sorpresa, y que envuelve a una muñeca. Ya que en lo personal eso se aleja de la esencia de los niños. Pero como ya lo dije, son cosas que no molestan mucho.
Ya para concluir, como ya bien dije, les recomiendo ampliamente esta película, pero ojo, siempre y cuando tengan buen estómago, les guste este tipo de películas y no les moleste ver muertes infantiles en pantalla.
Aplaudo de pie:
La interpretación de Raffiella Brooks, niña de imperneable amarillo, que a tan corta edad y sin ayuda de maquillaje o tipo de actuación desquiciada, se volvió, en lo personal, una de las niñas malignas del cine a las que más le temo.
Cosas para pensar:
- No hay nada más terrible que descubrir que tu hijo/a, siendo tan solo un niño, te quiere matar.
- ¿Tú te atreverías a matar a tu propio hijo/a para sobrevivir?
- Siempre lo he dicho, una cabaña aislada de todos, no es un buen lugar para relajarte.
1 comentario:
No la conocía! Creo que tendré que hacerme con ella "por ahí". ;D
Esas preguntas que pones al final dan para charlar largo y tendido, y eso que no tengo hijos, pero me imagino que tiene que ser muy difícil.
Un abrazo!
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